CATRACHOPEDIA
La historia contemporánea de Honduras se caracteriza con los hechos históricos siguientes: La formación de los partidos políticos, la intervención estadounidense, el panamericanismo y las Conferencias internacionales americanas, los movimientos sindicales y campesinos, la dictadura cariísta, la Huelga de 1954, la emergencia de las fuerzas armadas como factor de poder, los Golpes de Estado como expresión de la crisis de legitimidad, la Comisión Kissinger y la crisis centroamericana, la revolución sandinista, los acuerdos de Esquipulas y los mecanismos de solución de los conflictos armados.
Durante la primera mitad del siglo XX la economía de Honduras fue dominada por empresas estadounidenses como la, United Fruit Company, la Standard Fruit Company y la Cuyamel Fruit Company, las cuales establecieron enormes plantaciones de banano a lo largo de la costa norte. Estas compañías, hicieron rápidamente del banano, el principal producto de exportación del país a cambio de grandes concesiones por parte de los conservadores. De esta forma, el capital extranjero, la vida en las plantaciones de banano, y los conservadores, fueron factores determinantes en la política de Honduras desde 1988 hasta mediados del siglo XX.
Manuel Bonilla llegó a la presidencia de Honduras, por medio de las armas. Una vez en el poder, resultó ser mejor amigo de las compañías bananeras que su antecesor, Terencio Sierra. Durante su administración estas empresas, ganaron las exenciones de impuestos y el permiso para la construcción de muelles y carreteras, así como el permiso para obtener las cartas para la construcción del nuevo Ferrocarril Nacional de Honduras. Entre sus mayores logros se destaca la delimitación de la frontera con Nicaragua especialmente en la zona de La Mosquitia, por la cual, había una larga disputa. Durante la administración de Miguel Rafael Dávila Cuéllar, Estados Unidos trato de ponerle fin a los conflictos centroamericanos a través del Tratado de Paz y Amistad Centroamericana de 1907. Sin embargo, de 1920 a 1923, se dieron diecisiete levantamientos o intentos de golpe de estado en Honduras. Esto contribuyó aún más a la inestabilidad política del país. Vicente Mejía Colindres asumió el cargo en 1929 con grandes esperanzas para su administración y su nación. Honduras parecía encaminarse rumbo al progreso político y económico. Pero muchas de las esperanzas de Mejía Colindres, se desvanecieron con el inicio de la Gran Depresión.
El Doctor y General Tiburcio Carías Andino gobernó a Honduras dictatorialmente durante la Gran Depresión, hasta 1948. Durante su gobierno la situación fiscal del país mejoró notablemente, modernizó las fuerzas armadas y mejoró ligeramente la educación y la infraestructura de Honduras. Además, trajo orden y una paz relativa que el país no había tenido, aunque para ello tuvo que hacer uso de la represión. Presionado por el gobierno de los Estados Unidos de América, el General Carias permitió elecciones libres en el país. No obstante, Carías encontró maneras de usar su influencia y nominó al Abogado Juan Manuel Gálvez como candidato por el Partido Nacional.
Juan Manuel Gálvez ganó las elecciones sin oposición alguna. Durante su gobierno, Gálvez siguió la mayor parte de las políticas fiscales de la administración Carias, la reducción de la deuda externa y pagó hasta el último de los bonos británicos. Las compañías fruteras siguieron recibiendo un buen trato por parte de Gálvez. Además, Gálvez estableció algunos cambios notables en comparación a los últimos quince años. La educación recibo mayor atención, y comenzó a recibir una parte mayor del presupuesto nacional. El cambio más evidente fue en la arena política. Un considerable grado de libertad de prensa fue restaurada. Al Partido Liberal se le permitió reorganizarse, así como a otros grupos políticos. Asimismo, los trabajadores también se beneficiaron durante su gobierno.